María de las Mercedes Gobbi nace en Godoy
Cruz, Mendoza. Publicó Ya no míos, Flor mutante (incluye En mitad de una
vigilia) y formó parte de diversas antologías. Fue premiada en Bienales
Municipales de Mendoza, obtuvo el Premio Nacional Eugenio Montale (Centro
Italiano de Mendoza -Consulado de Italia). Estuvo entre los Escritores
Destacados Categoría "Escritora"-Aniversario 92.7 FM Estéreo
Libertador y recibió Menciones en Género Poesía en Certámenes Literarios Gran
premio Vendimia de Mendoza. En la actualidad se desempeña como Coordinadora de
Talleres de Escritura, Jurado de Concursos Literarios, Asesoría y Corrección de
publicaciones, Investigación en Proyectos de Promoción de la lectura y en
Literatura Infantil y Juvenil.
***
Ella está inmóvil
en el centro de la pieza.
Adentro, en las
circunvalaciones de su cabeza,
se registran tormentas astronómicas
lenguas de lava
horadan los límites del caos
y arremeten cometas
y tizones.
Se declara la
quinta guerra mundial y caen todos los árboles
se mueren de a
millones los pájaros
y una ola de mar
muerto escupe las legiones carniceras.
Ella está inmóvil y
callada en el centro de la pieza.
Adentro, se espesan
los líquidos y se disipan los metales
la curvatura del
horizonte se aplana
y por allí viene un
tropel de animales no nacidos
con sus fauces
ácidas
y las alas del
dominio desplegadas.
Ella está inmóvil,
callada y de pie
en el centro de una
pieza inundada de papeles borradores
apenas sostenida
por el aire
resistiendo la
embestida feroz de la Imaginación.
*
-la fruta pudriéndose en el plato -
solo.
No quiero encontrarte en una pieza caliente
dormida entre los blisters carnívoros
sola.
No quiero mirarte rascando el aire
bajo el vapor
sola.
No quiero rechazar tu brazo escuálido
cuando poco faltaba para que te fueras
solo.
No quiero tu ensayo de la despedida
en lucha con las pulsaciones
solo.
No quiero temer que otra vez
se vuelva loca alguna de mis células
sola.
Pero
irremediablemente
todo esto sucede
mientras
vamos viviendo.
No quiero dejarte en un hostal de Barcelona
-la fruta pudriéndose en el plato -
solo.
No quiero encontrarte en una pieza caliente
dormida entre los blisters carnívoros
sola.
No quiero mirarte rascando el aire
bajo el vapor
sola.
No quiero rechazar tu brazo escuálido
cuando poco faltaba para que te fueras
solo.
No quiero tu ensayo de la despedida
en lucha con las pulsaciones
solo.
No quiero temer que otra vez
se vuelva loca alguna de mis células
sola.
Pero
irremediablemente
todo esto sucede
mientras
vamos viviendo.
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